Durante los días 8, 9 y 10 de octubre, el equipo del proyecto Ecosistema de Contenidos Digitales para Apps en Urabá realizó nueve talleres de apropiación y uso de herramientas digitales en Apartadó, Carepa y Necoclí.

Fueron tres días de cocreación con docentes, directivos, estudiantes y padres de familia de diez instituciones educativas de la subregión. Tres días en los que los investigadores del proyecto decidieron acompañar a la comunidad educativa para que tuvieran un acercamiento a sus dispositivos móviles como herramientas para complementar sus procesos de enseñanza aprendizaje.

Soltar los miedos para idear

En este primer día los investigadores trabajaron en simultáneo en los tres municipios para tener un primer acercamiento al proyecto por medio de un taller de ideación. Aquí la comunidad educativa de la región dio a conocer sus usos cotidianos de la tecnología pero también hablaron de sus miedos frente al uso de las TIC para poder enfrentarlos a través de la búsqueda de un antídoto. Todos los participantes de este proyecto crearon una receta para combatir temores sobre el uso de los móviles como la adicción, la pérdida de concentración, el robo de identidad o el bullying.

Además, como el objetivo de este día era idear, los docentes plantearon cuáles eran aquellos propósitos que quería lograr en sus procesos de enseñanza, por eso hicieron un paso a paso para hacer posible que las clases fueran más dinámicas, colaborativas y oportunas.

Momentos para crear

En un segundo momento de esta visita a Urabá, el equipo investigador se enfocó en realizar un taller de prototipado en el que los profesores entraron en materia para no ser solo usuarios de las aplicaciones existentes en educación, sino para ser creadores de nuevas herramientas digitales útiles en la planeación, ejecución o evaluación de sus clases.

Así, los docentes, estudiantes, y directivos de las distintas instituciones educativas rurales y urbanas se acercaron a la creación de memes como una forma divertida y crítica de pensarse las prácticas educativas. Además, pudieron inventar algunas de las aplicaciones con las que se soñaban, a través de una guía visual que representa, precisamente, cómo se verían esos aplicativos en los móviles, lo que se conoce como wireframes.

Por último, en los tres municipios los guías de los talleres introdujeron a los asistentes en las nociones básicas de App Inventor, una plataforma del MIT en la que las personas pueden crear de manera gratuita aplicaciones a través de diferentes herramientas visuales y de fácil acceso, que puede ser de mucha utilidad para aquellos que sean inquietos por la tecnología.

Un día para hacer curaduría

Este taller fue clave para aprender a utilizar herramientas de organización de contenidos digitales para poder navegar y no naufragar en el mar de información que ofrece internet.

Para esto, los más de 100 inscritos a este proyecto exploraron algunas páginas que sirven para buscar, organizar y compartir contenidos sobre un tema específico. Symbaloo, Evernote y Pinterest, fueron algunas de ellas.

Además, como para emplear las herramientas digitales en la educación se requiere de creatividad, los docentes hicieron uso de todos sus talentos para encontrar usos inusuales, innovadores y mágicos de objetos tradicionales que se usan para la enseñanza como reglas, tizas, lupas o marcadores. Esto como una mera de reinventar la labor docente con los materiales que se tienen disponibles.

Un proceso que no termina

Así, a través de estos tres días de encuentro, el equipo de Ecosistema de Contenidos Digitales para Apps en Urabá, comenzó el acompañamiento para que la comunidad educativa de Apartadó, Necoclí y Carepa se acercaran con mayor confianza al uso de los móviles para potenciar los procesos de enseñanza- aprendizaje en los municipios.

Y aunque el viaje por la región terminó, el proyecto no se detiene y sigue en contacto de manera virtual con las personas inscritas en esta iniciativa para que, al final, puedan recibir un certificado por su participación, continuidad e iniciativa.

Meme creado por los docentes de Apartadó en el taller de protoripado