Desde la aparición del término Web 2.0, en el 2004, no se habla solo de un cambio o un avance en la tecnología sino también de las formas en las que nos relacionamos e, incluso, en las que aprendemos. 

Internet se ha convertido en un fenómeno social donde los usuarios son copartícipes de la creación de contenidos, de la construcción del conocimiento, de la divulgación y debate de la información. Ahora los niños y jóvenes están creciendo en una época en la que la interacción es fundamental, en la que cualquier dato está al alcance de un clic y en la cual las relaciones y el saber pasan más por una red social o página web que por un aula de clases, pues no se puede negar que, en los últimos años, se ha creado un entorno educacional difuso, de saberes múltiples o como se ha denominado: saberes mosaico.

Por eso, diferentes autores entre comunicadores, pedagogos y líderes políticos han hecho un llamado para que en la educación actual haya una intersección entre la enseñanza y las TIC, especialmente, cuando se trata de dispositivos móviles, los cuales tienen un gran auge dentro de la población. Por ejemplo, en Colombia, según datos del MinTic, el total de abonados a la telefonía móvil en 2018 fueron 62.2 millones, de los cuales el 79,62% estarían en la categoría prepago y el 20,38% a la pospago. 

Y esa no es una novedad, de hecho esta conjunción entre la educación en línea y los dispositivos móviles como teléfonos, tabletas o computadores de bolsillo, ha recibido el nombre de “aprendizaje móvil”, o como se le conoce en inglés, M-Learning o Mobile Learning y existe desde principios de este milenio, por lo que ya se han hecho múltiples estudios sobre sus ventajas para la formación de los sujetos. Por ejemplo, la portabilidad de los dispositivos es una de ellas, pues permite la ubicuidad o capacidad de estar en distintos contextos en los que se pueden usar diversas aplicaciones para acceder al conocimiento, incluso sin necesidad de conectividad. Esto ha posibilitado que los dispositivos móviles se presenten como una nueva alternativa para planear, ejecutar o evaluar las clases.

¿Vale la pena introducir el aprendizaje móvil en las clases?

El M- Learning aprovecha el vínculo que tienen los jóvenes con sus teléfonos y, en general, con las posibilidades que brindan las tecnologías de la información y la comunicación, por eso dentro de los mayores beneficios de este, se encuentra la posibilidad de que el sujeto del aprendizaje pueda ser partícipe de la construcción del conocimiento. Con el M Learning es posible que el estudiante se convierta en un sujeto activo que busca, analiza, reflexiona e introyecta la información a la que accede y no en un agente pasivo que solo está recibiendo lo que el maestro le dicta. 

Aquí encontrarás algunas de las posibilidades que brinda el M- Learning, las cuales te convencerán de intentar usarlo para tus clases:

  • Multiplicidad de recursos: los docentes y estudiantes pueden encontrar mucho material que puede enriquecer las diferentes áreas del conocimiento: desde revistas especializadas hasta imágenes interactivas, videos y juegos. Esto puede ayudar al docente tanto en la planeación como en la ejecución y evaluación de sus clases. Algunos ejemplos de esto son las Wikis, los blogs, los repositorios audiovisuales y hasta las redes sociales.

 

  • Aprendizaje remoto: los estudiantes pueden acceder en cualquier momento o lugar a los contenidos de las materias que ven en el colegio, así, si alguno no puede estar presencialmente en una clase, tiene la posibilidad de tener los contenidos en su celular y no perderse ningún aprendizaje valioso. Esto es lo que se conoce como el saber deslocalizado y destemporalizado. Lo anterior permite además que el sujeto pueda desarrollar autonomía frente al conocimiento.

 

  • Aprendizaje divertido: los dispositivos móviles tienen la posibilidad de instalar aplicaciones educativas en las que los estudiantes puedan aprender, incluso, jugando. Hoy, la integración de los juegos en la educación es una de las innovaciones educativas más importantes porque involucran a los niños y jóvenes no solo al motivarlos con la educación, sino porque  promueven el desarrollo de habilidades como: motriz, cognitiva, comunicativa y procedimental. A esto se le conoce como gamificación, en la que a los estudiantes se les plantea una manera lúdica de alcanzar los objetivos de aprendizaje.

 

  • Facilidad: aunque parece que el mundo de las tecnologías es complicado, realmente el Aprendizaje Móvil es muy accesible, pues hay gran variedad de herramientas de fácil uso y bajo costo que sirven para la creación y curación de contenidos, así como para la comunicación inmediata entre los educandos y los educadores lo cual hace del conocimiento una construcción colaborativa. Además son flexibles, es decir, que se adaptan a las necesidades de aprendizaje de los sujetos, lo que favorece la inclusión pedagógica.

En definitiva: El M- Learning es una posibilidad que va más allá de desaburrir la enseñanza al permitir la ilustración de las clases. Hoy el aprendizaje móvil es una necesidad pues,  como dice el teórico de la comunicación Jesús Martín Barbero, “solo asumiendo la tecnicidad mediática como dimensión estratégica de la cultura es que la escuela puede hoy insertarse en los procesos de cambio que atraviesan nuestra sociedad”.