La ruralidad ha sido relegada en muchos aspectos del desarrollo, y los esfuerzos por incluir las TIC en la escuela no han sido la excepción. Sin embargo, en nuestra visita a la subregión de Urabá encontramos I.E. rurales con experiencias de aprendizaje móvil ingeniadas para ajustarse a su contexto. 

Entre el sector urbano y el sector rural ha existido históricamente una brecha social y económica. Esta brecha, en el marco de la sociedad de la información y el conocimiento, se expresa además en una desigualdad digital, es decir, en la menor capacidad de acceso, uso y apropiación de las TIC de la ruralidad con respecto a los cascos urbanos.

Aunque distintos programas y proyectos del gobierno y entidades privadas han buscado cerrar cierta parte de la brecha entregando equipos y conectividad, muchas veces los esfuerzos resultan fallidos. Algunos de los obstáculos que impiden que estas iniciativas puedan ser llevadas con éxito al área rural son la compleja topografía de los territorios y las distancias largas. Esto representa un costo muy alto para los programas, que muchas veces prefieren invertir en más infraestructura digital para el área urbana.

Durante nuestra primera visita a los municipios de Apartadó, Carepa y Necoclí conocimos 5 instituciones rurales en las que el panorama es más o menos el anterior, pero en las que profesores y estudiantes han encontrado maneras de usar los recursos tecnológicos con los que cuentan para su aprovechamiento en el aula. A continuación les contamos las estrategias que con creatividad e inventiva han desarrollado las comunidades educativas de 3 de estas instituciones en un intento de no quedarse atrás con el aprendizaje móvil.

I.E. Bartolomé Cataño Vallejo - Apartadó

Esta institución, ubicada en la vereda de San José de Apartadó a una hora del casco urbano por carretera destapada, tiene otras 34 sedes todavía más alejadas de la centralidad. Allí estudian la primaria y el bachillerato los niños y jóvenes de esta y otras veredas aledañas de bajos recursos.

En cuanto a infraestructura, los computadores y tablets entregados por el programa Computadores para Educar están en su mayoría dañados por las fluctuaciones de la energía, la mala calidad de los equipos y la falta de aprovechamiento. La conectividad es muy poca y cubre casi únicamente el área administrativa

Así, la mayoría de equipos que se usan en la institución, a excepción de los proyectores, pertenecen a profesores y estudiantes; quienes los emplean de forma offline para suplir necesidades del contexto. Ejemplo de esto son los chicos de grados superiores que tienen en su celular un aplicativo de calculadora científica, y así no tienen comprarla.

También, las posibilidades de sacar copias son muy escasas, entonces utilizan la cámara del celular como herramienta para capturar documentos que necesitan en la clase. En cuanto a redes sociales, algunos maestros las utilizan para compartir material educativo con sus estudiantes, y es indispensable entre el cuerpo docente y directivo para comunicarse entre sí.

C.E.R. 25 de Agosto, sede La Yaya - Carepa

Esta sede del Centro Educativo Rural  25 de Agosto se ubica en la vereda La Yaya, a 12 km del casco urbano de Carepa y acoge a 127 niños de estrato 1 en condiciones de vulnerabilidad, que estudian desde preescolar hasta quinto de primaria.

En cuanto a infraestructura, hace unos años tuvieron unos dispositivos XO donados por FundaUniban que los estudiantes podían llevarse para sus casas. Sin embargo, el convenio se acabó y los equipos se dañaron por desgaste y por la falta de cargadores. Lo mismo sucedió con los equipos de Computadores para educar.

Video beam y sistema de sonido son los únicos aparatos que puede proveer la institución. Por esto, los profesores llevan sus propios computadores con todo lo que necesitan descargado pues en las instalaciones no cuentan con conectividad y tampoco pueden usar su plan de datos personal porque la señal es deficiente.

Para sus clases los maestros llevan videos explicativos e imágenes que apoyan los temas que van a tratar, y expresan que son de gran ayuda para que sus estudiantes tengan mejor compresión. En cuanto a las consultas, como la mayoría de los niños no cuentan con dispositivo propio y sus padres no saben utilizarlo para eso, optan por darles copias de los temas que deben investigar.

I.E. Zapata - Necoclí

En esta institución ubicada en el corregimiento de Zapata del municipio de Necoclí, a una hora del casco urbano, estudian niños y jóvenes desde preescolar hasta el grado 11 que viven en este territorio.

La infraestructura tecnológica con la que cuentan está compuesta de 6 vídeo beams y 6 portátiles comprados por el colegio, y 105 tablets de segunda generación entregadas por Computadores para Educar. Este programa entregó en algún momento computadores, pero los recogieron nuevamente porque ya habían cumplido su vida útil, y poco más de 200 tablets, pero la mitad fueron robadas en un asalto que le hicieron a la institución.

En temas de conectividad, hace 5 o 6 años contaron con internet satelital pero en este momento ya les fueron retiradas todas las antenas. Solo cuenta con internet el área administrativa, y aunque han querido poner módems para que los estudiantes y profesores tengan acceso, ningún operador les presta el servicio porque no tienen cobertura.

Al contar con algunos equipos pero sin internet, los profesores descargan desde su conexión personal el material o la aplicación que quieren trabajar con sus alumnos y utilizan el bluetooth para compartirlo al resto de dispositivos de sus estudiantes o de la institución. Así, han configurado esta herramienta como una manera de enlazar los dispositivos y transmitir la información sin necesidad de conectividad.

De esta manera en las distintas áreas los maestros comparten vía bluetooth apps como la constitución política, la biblia, el diccionario inglés- español; y contenidos en formato de documento, imagen y video. Aprovechan también la cámara para evitar sacar fotocopias y para capturar las evidencias de proyectos que hacen en clase y en casa; y los reproductores de audio para preparar los actos cívicos.